Huracán, ciclón y tifón son tres palabras que indican el mismo fenómeno, es decir, la formación en los océanos de zonas de bajas presiones que causan desplazamiento del aire.
Los vientos así generados son violentísimos y avanzan a velocidades que pueden superar los 120km/h, lanzándose contra las costas con furia incontenible.
Por suerte si es que así se puede decirse, van precedidos de leves turbiones de tierra que permiten prever su llegada con algunos días de antelación.